Antiguo cuartel de Ingenieros nº 7 de Ceuta
Este es el antiguo acuartelamiento del Grupo de Ingenieros nº 7 de Ceuta.Hoy dia no se si estará en la ciudad o lo trasladaron a la península. En este cuerpo hice mi servicio militar aunque destacado en una unidad anexa unidad anexa ubicada en el Parque de Artillería también desaparecido por derribo.
Una de las funciones que desempeñaba en mi unidad era la de recoger la correspondencia personal de la tropa y administrativa en el regimiento al cuál pertenecíamos.
El clero siempre ha tenido una gran importancia y preponderancia dentro de los estamentos del estado,como es sabido, así que se deba el caso de capellanes con grado de capitán. Esta dádiva que el estado hacia para con la Iglesia nos lanzaba al campo personal de la ciudadanía unos curiosos especímenes dispuestos a seguir adoctrinándonos pero con mayor poder, el poder que les otorgaba las tres estrellas de seis puntas en la bocamanga o en la placa adosada al pecho de su sotana.
Resultó que, hace treinta y siete años, me topé con uno de estos especímenes en una situación bastante peculiar que paso a relatar en entrecomillado y cursiva, no por su transcripción exacta y veraz pues tal vez no recuerde datos exactos, sino para destacar lo absurda de la reacción de aquel individuo que en aquel momento dio prioridad a su espiritu militar antes del que verdaderamente y por vocación tendría que haber mostrado.
"Salgo de mi unidad andando pues el regimiento estaba muy cercaa recoger,como siempre la correspondencia oficial y la privada de la tropa. Subo la empinada cuesta y tras diez minutos llego a las puertas del acuartelamiento. Tras traspasar el portalón de entrada y la identificación por parte de la guardia principal, me dirijo, tras cruzar el cuerpo de guardia, a la zona izquierda donde estaba ubicada la Cartería del Regimiento. El encargado de entregarme la correspondencia salvo raras excepciones era un soldado designado al efecto y digo salvo raras excepciones porque aquella mañana fue una gran excepción. El cutre departamento de Cartería tenia un ventanuco que daba justamente a la cabeza de la persona que debia atenderme, el ventanuco solo protegido por una leve cortinita de fina tela a modo de visillo pero sin cristales protectores. El soldado encargado casi siempre dormitaba con la cabeza cerca de la ventanita y el bromista de turno era yo que rascaba los visillos y la cabeza del individuo que se despertaba asustado en pleno sueño y se veia imposibilitado a gritar por temor a que se alertara algún mando y preguntara que es lo que pasaba,pues bien aquella vez,como no, el rito se repitió pero detras del cortinaje no estaba el soldado sino una sotana negra como mi suerte y tres estrellas de seis puntas en el pecho, con un volumen de unos 95 o100 kilos de peso que habia decidido dormirse a deshora y fuera del sitio apropiado y que rugió cual fiera acosada al verse toqueteado en la cabeza por un estúpido soldado. De su boca salió el capitán de tres estrellas de seis puntas no el clérigo bondadoso que era su entendida vocación,salió el regalo que el estado le habia dado por ser quien era no el humilde siervo de Dios y sus consecuencias podeis imaginarla... Estuve una semana sin pisar mi domicilio, durmiendo en el catre de mi unidad y comiendo rancho que me descontaban de mi exigua paga militar al no tener derecho a comida por pernoctar en casa... Historias de la PM...
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