De nuevo en mis recuerdos el Foso de San Felipe de mi ciudad natal,esa estrecha lengua de mar socavada por la mano del hombre y que convierte al casco urbano de Ceuta en una pequeña isla separada de lo que llamamos Campo Exterior.
Transcurren los primeros años de la década de los 60 y vive una adolescencia solo preocupada de la proximidad de ese mar que marcaba nuestrs vidas y todas nuestras actividades.La belleza de este rincón ceutí ejercia sobre todos nosotros una verdadera obsesión la cual se veia acrecentada por la implacable prohibición paterna y materna de nadar en sus aguas. Esta prohibición estaba fundamentada, aunque nosotros no la comprendiamos, en el hecho de que la fuere corriente que se origina en el foso hace que la vuelta a la playa de origen se haga con la fuerza de la corriente en contra y el consabido peligro del cansancio pero nosotros no veiamos el peligro,los atractivos del foso eran mayores,aguas claras,murallas impresionantes que te observaban cual dioses de piedra mientras nadabas entre ellas. Otra vez la nostalgia me invade y con ella la tristeza.Hace unos cuatro años me enteré del fallecimiento de mi amigo de la adolescencia,Paco,allá en tierras de Cataluña donde residia desde 1967 aproximadamente.Estos sucesos hacen que mis creencias religiosas cada vez sean mas exiguas.Hoy no puedo seguir escribiendo,la melancolía puede mas pero seguiré contando mis recuerdos de Paco como homenaje que le debo al haber llegado tarde a este "reencuentro" entre ventanas virtuales que estamos teniendo dia a dia con la red... Seguiré otro dia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario