lunes, 15 de julio de 2013

El gato caballa

 

El gato caballa


Lo vi por primera y única vez en la puerta de la Iglesia principal de la ciudad donde nací, muy al sur, en la tierra donde pescan las gaviotas, donde el salitre impregna el aire de una manera insistente. Me miraba suplicante como si quisiera entablar conversación. Si, pienso que era charla amena lo que me pedían aquellos ojos, charla sin saber si nuestro respectivo interlocutor nos entendía o si estábamos de acuerdo con lo que nos pedía.
     Su altiva mirada no pedía nada de comer tan solo pedía conversación sin esperar ser comprendido ni respondido. Me siguió en mi paseo durante algunos minutos y se marchó con la desilusión que te da la vida cotidiana y el quiero y no puedo cotidiano con nuestros seres circundantes. Yo tan solo pude inmortalizarlo con la cámara fotográfica y después de siete años aparece en mis archivos su imagen. Ahora pienso que me hubiera gustado tener un "monólogo" con el felino creo con firmeza que al paso del tiempo su imagen me  habría dicho muchísimas cosas de mi ciudad, mi ciudad que ya no era la misma que dejé hace once años.
                 Ceuta en el mes de septiembre del 2006
                          ¡Huelo a sal, me siento rejuvenecer!

No hay comentarios:

Publicar un comentario